Los aceros austeníticos

Los aceros austeníticos contienen del 18 al 20 % de cromo y del 8 al 10 % de níquel. Los tipos más utilizados son 18/8 o 18/10 (AISI 304). Gracias a su contenido en níquel, este acero es el único que puede dar una garantía TOTAL de resistencia a la corrosión. Este tipo de acero se utiliza para la fabricación de cubiertos de acero inoxidable de alta gama, como las colecciones Signature y Classic.

Los aceros martensíticos

Los aceros martensíticos contienen entre un 10 y un 18 % de cromo y pueden ser templados. Es el tipo de acero más utilizado para la fabricación de cuchillos (AISI 420 - 13 Cr). En efecto, para obtener cuchillos de buena calidad, la hoja debe templarse para garantizar un filo eficaz y duradero, pero que no dañe la loza o la porcelana. Sin embargo, este acero es el menos resistente a la corrosión, por lo que no se recomienda lavarlos en el lavavajillas.

Los aceros ferríticos

Los aceros ferríticos, denominados AISI 430, contienen entre un 16 y un 18 % de cromo y no pueden templarse. Son más resistentes a la corrosión que los aceros martensíticos y pueden trabajarse fácilmente en frío. El acero utilizado para la colección Young es el AISI 430.

Para reducir el riesgo de corrosión, ETERNUM utiliza un acero con alto contenido en cromo (17-18 %) para la colección Young.

Todo el acero adquirido por ETERNUM se somete a un riguroso control y va acompañado de un certificado de análisis que garantiza el cumplimiento de las normas de calidad.

Además, utilizamos un espectrómetro que nos permite controlar su composición, garantizando así que el acero de los productos que lanzamos se ajusta a las normas internacionales.

En concreto, cada análisis va precedido de la calibración de la máquina con un patrón cuyo contenido es perfectamente conocido y certificado.

El acero inoxidable

Los aceros inoxidables son aleaciones cuyo componente principal es el hierro. Se vuelven inoxidables por un mecanismo de autoprotección que se manifiesta en presencia de oxígeno o de un entorno oxidante (aire ambiente).

A diferencia de los aceros comunes, en los que el óxido puede penetrar en toda la masa, los aceros inoxidables pueden formar una capa de óxido de cromo en su superficie que es un obstáculo para la penetración de la oxidación. Este fenómeno, denominado «pasivación», solo puede producirse cuando el contenido de cromo es suficiente.

En resumen, la máxima resistencia a la corrosión solo puede lograrse si se forma una película protectora pasiva muy fina sobre la superficie limpia.

Por lo tanto, es de suma importancia que esta protección pueda renovarse con el tiempo.